El gusto por el trabajo bien hecho se debería incluir como asignatura obligatoria en la educación básica. Aunque muchas personas vienen con esa condición instalada en el disco duro, también es una cualidad que se puede aprender o la vida nos puede enseñar.
Muchos son los beneficios que aporta incorporar esta característica a nuestros hábitos:
Las tareas rutinarias se convierten en retos
Se desarrolla la capacidad de concentración
La calidad del trabajo mejora
Se desarrolla la creatividad
Sin buscar específicamente innovar, se acaba innovando
Finalizada la tarea, uno se siente satisfecho, por lo tanto de buen humor, por lo tanto más feliz.
Contribuye a mejorar la relación con las personas que nos rodean
En fin, que tiene tantas ventajas que no se cómo se nos olvida aplicarlo a nuestra vida diaria.
lunes, 26 de enero de 2009
El gusto por el trabajo bien hecho
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1 comentario:
Una duda.
Cómo sería la asignatura de Buen Gusto?
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