sábado, 17 de octubre de 2009

Ferran Adrià







Me gusta Ferran Adrià. Por lo que he visto de él en la TV y por lo que he leído sobre su historia y la de elBulli, me parece una persona singular, a la que le gusta hacer bien las cosas a la vez que se divierte y disfruta del momento. Además, parece que la fama mundial no perturba su carácter ni altera su filosofía.
La historia de elBulli me resulta atractiva. Por un lado está la Cala Montjoi, donde se ubica el restaurante, apartada del mundanal ruido y civilización. Bonito decorado para una bonita historia. Me gusta también la perseverancia de Ferran y su equipo, con la idea de la cocina de creación; creyeron en una idea y se mantuvieron firmes en ella, a pesar de atravesar algunos años duros. Una vez alcanzado el éxito, éste no parece que halla alterado la filosofía Bulli. En cuanto a la gestión del negocio, me da la impresión de que Ferran Adrià tiene mano para el trabajo en equipo y consigue contagiar su entusiasmo a todo el que trabaja en el restaurante. Finalmente me encanta que el objetivo final de Ferran sea pasárselo bien y hacer que la gente que acude a elBulli disfrute con su arte.

Del libro “elBulli desde dentro” destaco los siguientes pasajes:
“nunca me atreví a soñar que seríamos tan conocidos. Recuerdo que en los ochenta esto era la soledad más absoluta. En un días podía haber solo dos cubiertos. Teníamos un camarero vigilando la carretera de la costa, y cuando veía que se acercaba una coche, nos avisaba para que nos pusiéramos en guardia. Ahora es muy fácil decir que somos unos privilegiados, pero pasamos unos años muy duros en los que no sabíamos si seguir o dejarlo todo.”
“Crear es no copiar. Esta frase nos llevó a un cambio de actitud en la cocina y marcó el paso de la recreación de platos a la creatividad. Cuando volvimos a elBulli estabamos convencidos de que teníamos que buscar una identidad propia. Este fue el inicio de la aventura de la creatividad en elBulli.”
“No hay ninguna duda de la gente de elBulli está muy orgullosa de su cocina. Lo está tanto que celebraron en ella el Fin de Año de 1993. Compraron bueyes de mar y cochinillos y, entre todos, decoraron la cocina e instalaron un equipo de música. Al final de la cena ¬–recuerda Lluís García, emocionado-, el office y la cocina se convirtieron por un día en una improvisada pista de baile”.
“...de lo que se trata aquí es de que la gente se emocione y se sorprenda”.
“Los negocios los hacemos para comprar nuestra libertad creativa –explica Ferran Adrià- Que quede claro que no me gusta hacer negocios, pero la filosofía es: ya que los hacemos, pasémoslo bien. Trasladamos la inmediatez imprescindible en un restaurante a los negocios y esto se trasforma en algo muy eficaz. Ahora bien, si mañana viene un señor y me dice que me soluciona la vida a nivel económico, me retiro de los negocios. Quiero decir que hay gente que se apasiona dirigiendo, llevando las relaciones con el personal, etcétera. No es mi caso”.

1 comentario:

FriegaplatosDiCaprio dijo...

Sugerencia: podías escribir un libro que se titule "Cómo disfrutar del El Bulli !sin comer en El Bulli!"
(un éxito, seguro)
;)